Con voces que lleguen al cielo
cantemos al siervo más fiel de María

Al glorioso Simón ofrendemos el lauro, la palma y el vitor triunfal pleitesia

porque él enseño a los hijos de España
a rezar el saludo del Ave María.

Vuelve a nosotros tus dulces ojos
vuelve a nosotros tus ojos bellos
danos oh madre morir por ellos
como a tu siervo Simón de Rojas

y así en la dicha o en las congojas
es nuestra ofrenda sencilla y pía
siempre decirte con toda el alma

Ave María