El domingo 13 de mayo, Fiesta de la Virgen de Fátima, tuvo lugar una multitudinaria celebración en la plaza del Pradillo, en Móstoles, con motivo de la Misión Juvenil diocesana. El encuentro, comenzó con la procesión de la Virgen de los Santos, desde la Ermita hasta la plaza, acompañada por el Obispo diocesano,


D. Joaquín, el Alcalde del municipio, D. Esteban Parro, diversas autoridades y muchos jóvenes, que se encargaron de la organización y de que todo funcionara a la perfección esa mañana. En la espalda de muchos de esos jóvenes lucia el lema Maria con los jóvenes, un lema que además brotaba de sus corazones, al testimoniar muchos de ellos la ilusión y la alegría de este día. 

Después de la procesión con la imagen de la patrona de Móstoles, comenzó la Eucaristía muy bien preparada y con gran participación. Los cantos de la Eucaristia, muy bien escogidos y cantado por muchos jóvenes de Móstoles y alguno invitado de distintos lugares de la Diócesis de Getafe. En su homilía el Obispo diocesano empezó saludando a todos los presentes, a la Corporación municipal de Móstoles, representantes de las Hermandades y Cofradía, autoridades civiles y militares y dedicó un cariñoso saludo principalmente a la Patrona de Móstoles, Nuestra Señora de los Santos: “saludo a la Virgen María que siempre nos conduce a su Hijo y Él nos conduce a la Iglesia donde nos da su Palabra, Sacramentos, su vida y su amor”. Después comentó las lecturas y dirigió a lo jóvenes un mensaje de esperanza: “Cristo deja tres buenas noticias a sus discípulos, La primera, que nunca se va a apartar de ellos. Dios habitará en el corazón del hombre… ¡qué no tiemble vuestro corazón ni se acobarde!

Queridos jóvenes, El Espíritu Santo está con vosotros, Dios os hará fuertes y vuestra palabra conmoverá a muchos hombres… Hace dos días Benedicto XVI se reunía con los jóvenes en Sao Paulo y les hablaba del amor de Cristo y les animaba también a buscar la vida eterna…La segunda buena noticia, es el anuncio de la Paz, una paz que nos hace sentir y gustar los bienes futuros… una paz que nos hace estar preparados ante cualquier adversidad y nos une a Cristo; la tercera, el significado positivo de s partida, su partida es necesaria para el cumplimiento de us misión en el mundo y el encuentro de la fe de sus discípulos:
<< Dios me volverá a enviar como Señor lleno de paz y gloria>> y así experimentaremos su fuerza y su gloria, su espíritu de amor y comunión en la fraternidad de los cristianos”.Antes de terminar la Eucaristía, José Ramón, un seminarista de segundo curso, quiso compartir con los presentes su testimonio de alegría en el encuentro con Cristo y también instó a los jóvenes a no tener miedo y a entregar su vida si sentían una llamada a la vocación sacerdotal: “Dios te va cambiando el corazón poco a poco… Dios es capaz de llenar el corazón completamente y hacerte feliz… no tengáis miedo a decir sí a Dios”. La ceremonia terminó con un acto de consagración a la Virgen y el Canto final.Al finalizar la Eucaritía se realizó la procesión de regreso a la Ermita rodeada de unos jóvenes llenos de alegría y que nos transmitian una verdadera fe en María. 

POR ELLA Y PARA ELLA 

Ese ha sido  el lema que mas se ha repetido desde que en el mes de octubre tomando un café, la Virgen nos iluminó con esta maravillosa idea de llevarla a la plaza del pradillo a evangelizar a todos los jóvenes. Preparando un acto así, sientes que la Virgen es la que te mueve a ello, es Ella, la que te va mostrando el camino, por eso cuando surgía una idea buena o muy buena para nosotros, y esta no salía adelante, sabíamos perfectamente que no venia de Ella, o que no era el momento. Decíamos, no te preocupes lo hacemos por ella y para ella, por tanto ella verá. Ha sido una experiencia de fe impresionante,llena de amor.  Estamos orgullosos de haber organizado un acto que ha unido a mucha gente para colaborar, muchos jóvenes para organizar, y sobre todo ha recordado al pueblo de Móstoles, y como no, a la Diócesis de Getafe, que tenemos una Madre que nos cuida y nos quiere, ¡es la Virgen María!. Y será ella la que nos lleve junto a su Hijo.
Sigamos encomendándonos a ella en todo lo que hagamos, y dejemos que sea ella la protagonista y no nosotros, de todo lo que hagamos, y así el fruto que recojamos será de mayor calidad. ¡VIVE!« ¡La Iglesia esta viva! ¡La Iglesia es joven!»

Pablo Fernandez y Miguel A. Bonilla