¡Virgen María y Madre nuestra!

En tus manos confiamos todos los esfuerzos que los jugadores del Club Deportivo Móstoles realizamos para llegar a conquistar el deseado triunfo y el ascenso a al segunda División.

Grande es nuestra responsabilidad. Acepta nuestro pasado con todo lo que ha sido, acepta nuestro presente con todo lo que es, acepta nuestro futuro con todo lo que será.

Estamos llamados a convertir el deporte en ocasión de encuentro y de diálogo, superando cualquier barrera de lengua, raza y cultura. Que el deporte nos dé una valiosa aportación al entendimiento pacífico entre los pueblos y contribuya a que se consolide en los hombres la nueva civilización del amor.

Que nuestra pasión por el deporte contribuya a la solidaridad humana, a la amistad y a la buena voluntad entre los distintos equipos. Que nuestros esfuerzos físicos sean una parte de nuestra búsqueda de los valores más elevados, que forjan el carácter y dan dignidad y sentido de realización plena a nuestras vidas.

La vida misma es una competición y un esfuerzo en busca de la bondad y la santidad. Te pedimos que todos nuestros empeños, sacrificios y desvelos, sean colmados en nosotros y siempre que salgamos al campo sea con alegría y convencidos de que Tú nos ayudas en nuestras vidas. María, soy todo tuyo y cuanto poseo te pertenece ahora y siempre. Amén